La miopía es uno de los trastornos visuales más comunes en todo el mundo, afectando a la visión de un 30% de la población mundial. Este problema de visión no solo afecta a la capacidad de ver objetos distantes con claridad, sino que, en muchos casos, puede empeorar con el tiempo.
Sin embargo, hoy en día existen diversas formas de controlar y frenar su progresión. En este artículo, te explicamos todo lo que debes saber sobre la miopía: sus causas, síntomas, y las opciones de tratamiento más efectivas.
Qué es la miopía
La miopía es un defecto refractivo del ojo que provoca visión borrosa a larga distancia, mientras que los objetos cercanos suelen verse con claridad. Este defecto ocurre cuando la luz que entra al ojo no se enfoca correctamente en la retina, sino que se enfoca delante de ella, debido a una forma anómala del ojo o una curvatura excesiva de la córnea.
A quiénes puede afectar
Como antes se había nombrado, este problema visual afecta en torno a un 30% de la población. Además, científicos estipulan que ese porcentaje aumentará hasta un 50% en 2050. Pero, ¿por qué afecta a tantas personas?
Pues esto ocurre, entre otros factores, debido al exceso de tiempo expuestos delante de una pantalla, al estilo de vida actual basado en realizar cualquier tipo de actividad frente a un dispositivo electrónico, y a la falta de tiempo al aire libre para tomarse un descanso visual.
Otro factor que influye en el aumento de este problema visual, es la herencia genética, puesto que, aquellas personas que tengan algún familiar con miopía, probablemente también la padecerá.
Para concretar más, realizar actividades que requieran de un enfoque cercano, como en el estudio o en el trabajo, contribuirán a que más personas sufran de miopía.
Síntomas comunes
El síntoma más común de la miopía es la dificultad para ver objetos distantes, como señales de tráfico, la pizarra en la escuela o el televisor desde una distancia. Otros síntomas incluyen:
Dolor de cabeza: Causado por el esfuerzo visual al intentar enfocar objetos a lo lejos.
Fatiga ocular: Ocurre al pasar mucho tiempo mirando cosas cercanas o realizando tareas visuales prolongadas.
Necesidad de entrecerrar los ojos: Para tratar de enfocar mejor las imágenes.
Controlar y tratar la miopía
- Gafas y lentes de contacto, son la forma más común de corregir la miopía, ya que desvían la luz hacia la retina para que las imágenes se enfoquen correctamente.
- Lentes de contacto ortoqueratológicos (Orto-K), usados mientras se duerme, moldean la córnea para corregir la visión sin necesidad de gafas durante el día, lo que los hace ideales para quienes prefieren no depender de correcciones visuales todo el tiempo.
- Cirugía refractiva (LASIK), cambia la forma de la córnea para corregir el enfoque de la luz en la retina, proporcionando una solución permanente, pero no todas las personas son aptas para este procedimiento.
- Tratamientos farmacológicos, como las gotas de atropina de baja concentración, pueden reducir la progresión de la miopía en niños, aunque aún se están realizando estudios para confirmar su efectividad a largo plazo.
- Control ambiental y hábitos saludables, pasar más tiempo al aire libre y exponerse a luz natural puede ayudar a frenar el avance de la miopía, ya que se ha demostrado que esto tiene un efecto positivo sobre el crecimiento ocular.
Prevención de la progresión de la miopía
Aunque la miopía tiene un fuerte componente genético, existen medidas que pueden ayudar a prevenir su aparición o disminuir su progresión:
Exposición a la luz natural: Pasar tiempo al aire libre puede ayudar a mantener una buena salud ocular.
Pausas visuales: Si pasas mucho tiempo frente a pantallas, es fundamental hacer pausas cada 20 minutos. La regla 20-20-20 sugiere mirar algo a 20 pies (6 metros) de distancia durante 20 segundos cada 20 minutos.
Revisión ocular regular: Es importante visitar al optometrista u oftalmólogo regularmente, especialmente si hay antecedentes familiares de miopía.
Miopía en niños y adolescentes
La miopía suele ser diagnosticada en la infancia y adolescencia, momentos en los que la visión sigue en desarrollo. El control temprano es crucial para evitar que la miopía progrese rápidamente.
El examen ocular infantil debe hacerse a una edad temprana (idealmente a los 3 años) para detectar cualquier signo de miopía y tomar medidas antes de que se convierta en un problema más serio.
Las causas principales, que provoca que los niños se vean muy afectados por miopía son la herencia genética, es decir, que uno de sus padres padezca de este problema ocular. Y el nuevo estilo de vida basado en estar frente a una pantalla durante un tiempo exorbitante, y sin tomar ningún descanso al aire libre.
Mitos y verdades sobre la miopía
Mito: La miopía se cura con ejercicio ocular.
Verdad: No hay ejercicios que curen la miopía. La corrección se realiza con gafas, lentes de contacto o cirugía.
Mito: La miopía empeora solo por usar gafas o lentes de contacto.
Verdad: Las gafas y lentes de contacto corrigen la visión, no empeoran la miopía. De hecho, evitan problemas como la fatiga ocular.
Mito: La miopía siempre empeora con la edad.
Verdad: La miopía suele estabilizarse en la adultez, aunque pueden aparecer otros problemas visuales, como la presbicia, con la edad.
Mito: La cirugía LASIK puede curar la miopía para siempre.
Verdad: Aunque LASIK mejora la visión, no garantiza que la miopía no pueda volver con el tiempo, especialmente por envejecimiento.
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